4 ene (Reuters) - El regulador antimonopolio de Australia dijo el martes que se ha puesto en contacto con los proveedores de Kits de prueba rápida de antígenos de COVID-19 para examinar las presiones sobre los precios en el mercado, a medida que aumentan los llamados para que el gobierno haga gratuitas las pruebas en medio de una grave escasez de los kits.

La Comisión Australiana de Competencia y Consumo (ACCC) dijo que revisará la información recibida de proveedores, minoristas y el público para determinar cualquier posible mala conducta.

Australia aprobó más de una docena kits de prueba rápida de antígenos y la mayoría de ellos son de China.

Hangzhou Biotest Biotech (688767.SS), cuya prueba rápida de antígeno fue aprobada en Australia en octubre, dijo que los pedidos de su producto en ese país aumentaron significativamente en diciembre y la tendencia continuó a principios de enero.

4 ene (Reuters) - El regulador antimonopolio de Australia dijo el martes que se ha puesto en contacto con proveedores de kits de prueba rápida de antígenos COVID-19 para examinar las presiones de precios en el mercado, a medida que aumentan los pedidos para que el gobierno haga gratuitas las pruebas en medio de una grave escasez de los kits.

La Comisión Australiana de Competencia y Consumo (ACCC) dijo que revisará la información recibida de proveedores, minoristas y el público para determinar cualquier posible mala conducta.

Australia aprobó más de una docena de kits de prueba rápida de antígenos y la mayoría de ellos son de China.

Hangzhou Biotest Biotech (688767.SS), cuya prueba rápida de antígeno fue aprobada en Australia en octubre, dijo que los pedidos de su producto en ese país aumentaron significativamente en diciembre y la tendencia continuó a principios de enero.

"El aumento de la demanda ha ejercido cierta presión sobre la producción de la empresa, pero todavía podemos hacerle frente", dijo a Reuters un representante de Hangzhou Biotest.

El mes pasado, el primer ministro Scott Morrison intentó aliviar la presión sobre las instalaciones de pruebas de COVID-19 saturadas y alentó un mayor uso de pruebas de antígenos, ya que la propagación de la variante Omicron provocó un aumento de casos en los dos estados más poblados de Australia.

Hasta el martes, Nueva Gales del Sur (NSW) y Victoria reportaron 37.151 nuevos casos, apenas por debajo del máximo nacional diario de 37.212 registrado el día anterior. Las hospitalizaciones en NSW, donde se encuentra Sídney, se duplicaron con creces en una semana, alcanzando las 1.344, superando las cifras récord alcanzadas durante el brote de la variante Delta.

Sin embargo, Morrison ha dicho que el gobierno no cubrirá el costo de que las personas se hagan la prueba, que estimó en 15 dólares australianos (10,80 dólares estadounidenses).

La ACCC también advirtió a las empresas que no se confabulen sobre los precios ni hagan afirmaciones engañosas a los consumidores al respecto.

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