Se requiere equipo de protección personal (EPP) para ingresar a la mayoría de los laboratorios científicos. El EPP puede incluir gorro, mascarilla, bata desechable, guantes y cubrezapatos. Los cubrezapatos se consideran EPP esenciales para mantener un entorno estéril y limpio en un laboratorio.
Se recomienda el uso de cubrezapatos como EPI en hospitales para proteger al personal sanitario de la contaminación con sangre y fluidos corporales. Si trabaja en un entorno médico, de laboratorio, de sala limpia, químico o de respuesta a emergencias, los riesgos son más diversos y complejos. En los laboratorios, si se enfrenta a riesgos biológicos líquidos u otras sustancias tóxicas, es recomendable usar cubrezapatos de seguridad que sean seguros para las toxinas húmedas. Si el suelo del laboratorio suele estar cubierto de agua u otros líquidos no tóxicos, es recomendable contar con cubrezapatos antideslizantes. Es fundamental comprender los riesgos a los que se enfrenta para poder elegir el cubrezapatos adecuado.
El uso de un dispensador de cubrezapatos es fundamental en los laboratorios, ya que mantener el área limpia y prevenir la contaminación cruzada es vital. Un dispensador de cubrezapatos instala cubrezapatos y protege los pisos del calzado contaminado. Además, ahorra tiempo. Colocar un par de cubrezapatos manualmente toma un promedio de 35 segundos. Nuestro dispensador de cubrezapatos tarda un promedio de 5 segundos. Un dispensador de cubrezapatos no solo ahorra tiempo, sino que también protege a todo el personal del laboratorio.
Trabajar en un laboratorio puede ser difícil, ya que al trabajar y probar diversos elementos, es vital reducir cualquier error humano. La contaminación cruzada y las superficies sin esterilizar se deben a un alto grado de error humano, que puede arruinar y desechar cualquier trabajo o progreso realizado. El equipo de protección personal (EPI) es una forma sencilla de reducir el error humano, y por eso los cubrezapatos son tan importantes al trabajar en un laboratorio.